Anorí: ahogado en coca y la paz que no llega

Silvia Satizábal Sánchez y Santiago Rodríguez Álvarez

Durante los últimos nueve años, Anorí ha tenido unas de las tasas de homicidios más altas en Antioquia. En el mismo periodo ha visto como su territorio es escenario de implementación del Acuerdo de Paz con las Farc.
Entrada al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación La Plancha, Anorí. Foto: Santiago Rodríguez Álvarez

Anorí, uno de los cinco escenarios de Antioquia donde se concentraron tropas de las Farc antes de su desarme, es uno de los municipios del departamento que más ha padecido el homicidio durante la última década. Esta población es la tercera del Nordeste de Antioquia con las tasas de asesinatos más altas.

Desde 2010 hasta 2018, en el Nordeste hubo 1.499 homicidios. En Anorí, donde habitan cerca de 17 mil habitantes, el registro fue de 173 casos, lo que significa que en ese periodo se les quitó la vida a 10 personas por cada mil habitantes. Por encima de Anorí solo estuvieron Segovia y Vegachí. La tasa de este último fue la más alta de la subregión.


Los colores más oscuros indican los municipios con las tasas de homicidios más altas. 
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Ver tasas de homicidios de la subregión (2010-2018) en gráfico de barras.

En 2011, en Anorí hubo 25 homicidios. Desde ese año, las cifras comenzaron a descender. Sin embargo, a partir de 2016, cuando la cifra llegó a 9, otra vez aumentaron las muertes y en 2018 llegaron otra vez a la cifra de 25. Este último año, la tasa de Anorío fue la segunda más alta de la subregión, solo por debajo de Vegachí, donde hubo cerca de dos muertos por cada mil habitantes.

Anorí es el tercer municipio del Nordeste con la tasa más alta de homicidios durante periodo 2010-2018.

El aumento y la disminución del índice de violencia en este territorio durante los últimos nueve años responde a diversos factores: ubicación estratégica, cultivos ilícitos, minería, presencia de grupos armados ilegales y las implicaciones de ser uno de los escenarios del Acuerdo de Paz .

Ubicación estratégica

El Nordeste cuenta, y ha contado siempre, con una presencia alta de grupos armados ilegales. Según el informe Cómo va la paz en Antioquia 2018, de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), la razón de esta presencia es su ubicación estratégica y la actividad de economías ilegales: minería del oro y cultivos de coca.

Según Pares, los actores armados presentes en la región son el Ejército de Liberación Nacional (ELN),  las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), Pachelly, Zorros y Rastrojos. Pares argumenta que la salida de las Farc, como actor armado hegemónico en muchos territorios, precipitó la llegada y la expansión de estas estructuras criminales, y las disputas entre ellas por el control de la subregión después de 2017. Esto explicaría el aumento del 127 por ciento de los homicidios en  Anorí, entre 2017 y 2018.

Los actores armados presentes en la región son el ELN,  las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), Pachelly, Zorros y Rastrojos.

Anorí es estratégico por ser una conexión entre las regiones como el Norte, el Bajo Cauca y el mismo Nordeste. Por ejemplo, limita con Zaragoza, Cáceres, Valdivia y Yarumal, algunos de los municipios más críticos en seguridad de Antioquia.

Históricamente, de acuerdo con información suministrada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en esta subregión ha habido presencia del ELN y de las Farc desde hace décadas. El ELN, desde finales de los sesenta se ha acentuado en la región donde comenzó por hacer trabajo político en Segovia y Remedios, después pasó a las labores militares y a la captación de nuevos reclutas. Su periodo de mayor auge fue entre 1987 y 1997.

La presencia de las Farc en esta subregión fue posterior a la del ELN y también permaneció la mayoría de tiempo en la zona rural de Segovia y Remedios.  Esto se suma a una base política de izquierda que había en estos dos municipios. Por ejemplo en Segovia, el partido de Izquierda, la Unión Patriotica, ganó las elecciones a Alcaldía en 1988. Esto detonó en las masacres que, desde 1982 hasta finales de la década del 90, realizaron paramilitares y fuerza pública contra la población de Segovia y Remedios, según información del CNMH.

Sin embargo, Anorí también fue un fortín militar para las Farc. Estas hacían presencia con el Frente 36,  el cual finalmente hizo su desarme en este municipio en el 2017. En la actualidad todavía hay presencia elena en Anorí,  la cual se fortaleció por el desarme de las Farc. El 23 de enero de 2019, el ELN hizo una demostración de fuerza atacando con una granada la estación de Policía, en la cabecera municipal de Anorí.

De acuerdo con Andrea Aldana, investigadora regional de Pares, en La Plancha, en Anorí, hay presencia del ELN a través del Frente de Guerra Darío Ramírez y ejerce acciones por medio del frente guerrillero Héroes y mártires de Anorí y las compañías Capitán Mauricio y María Eugenia Vega. En el Charcón, otra zona del municipio, hay presencia del Clan del Golfo, las cuales actúan también en sectores mineros de Anorí, esto conlleva a que haya disputas en este territorio por las economías ilegales.

Economías ilegales

No hay necesidad de ir a grandes cultivos de coca para ver plantas de coca en Anorí, esta crece de manera desordenada en las montañas de este municipio. Foto: Santiago Rodríguez Álvarez

La presencia  de la minería ilegal en Anorí es fuerte, que al igual que en el resto del Nordeste, se basa principalmente en la extracción de oro. Los municipios con mayor participación en la producción de oro dentro de la subregión son, Segovia, Remedios, Amalfi, Vegachí y Anorí, según cifras de producción de la Agencia Nacional de Minería. En 2018, Anorí produjo cerca de 62 mil gramos de oro.

También hay presencia de cultivos ilícitos a lo largo del territorio de Anorí. Una investigación realizada por el Ministerio de Justicia junto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), explica que para el año 2014  en Anorí había cultivos de coca y se realizaron labores de erradicación manual y de aspersión aérea en el territorio. Según este mismo informe, Anorí ha tenido de forma recurrente cultivos de coca durante varios periodos de tiempo.

Anorí hace parte del Programa Nacional  Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS). “En el municipio de Anorí, 1.057 familias levantaron voluntariamente 940 de 985 hectáreas de coca, lo que arroja un promedio de 0.9 hectáreas por familia”, según la Consejería Presidencial para el Posconflicto. Sin embargo, en un informe sobre sustitución de cultivos ilícitos de Fundación Ideas para la Paz (FIP), indican un aumento de las hectáreas de coca en ese mismo municipio: en 2016 había 661 y en 2018 había 1.461. Es decir, se dobló el área cultivada.

El crecimiento de cultivos ilícitos en este municipio ha sido vertiginoso, según datos del Observatorio de Drogas de Colombia. Desde 2012 no ha parado de crecer. Ese año había un registro de 107 héctareas y en 2017 había subido a 1.312, un incremento del 1.126 por ciento.

“En el municipio de Anorí, 1.057 familias levantaron voluntariamente 940 de 985 hectáreas de coca, lo que arroja un promedio de 0.9 hectáreas por familia”

Robert Ortíz, excombatiente de las Farc, está realizando su proceso de reincorporación en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (Etcr) en Anorí. Frente a estas economías ilegales, comenta que han visto actos erráticos de parte del gobierno, “quemaron una casa en vez de quemar la caleta, cuando hay unos acuerdos de sustitución de cultivos ilícitos por cultivos lícitos, eso no se está haciendo, se están haciendo otras que nos perjudican a nosotros como la erradicación forzosa, a la gente no le están cumpliendo como debe ser. En cuanto a la minería también están embalados porque quemaron unas máquinas, se llevaron el oro que había y tiraron el acpm al río, allí hay un problema de contaminación. Hay una queja de parte de la población sobre la forma en que han manejado esta situación”.

Proceso de paz y desarme de las Farc
Espacio de Territorial de Reincorporación y Capacitación (ETCR), La Plancha. Allí se desarmó el frente 36 de las Farc.
Foto: Santiago Rodríguez Álvarez

En el escenario actual de postacuerdo es importante resaltar que Anorí hace parte de los 60 municipios de Antioquia priorizados para el posconflicto. Del nordeste antioqueño hay otros seis municipios seleccionados: Vegachí, Yalí,   Amalfi, Remedios, Segovia y Santo Domingo.

Sólo el nordeste y el bajo cauca tienen municipios con Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Del nordeste están Amalfi, Anorí, Remedios y Segovia. Además, en Anorí, la vereda La Plancha fue elegida en 2016 como una de las Zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN), donde hicieron el desarme los guerrilleros del Frente 36 de las Farc. Allí se encuentra actualmente el Etcr La Plancha.

Robert Ortíz manifiesta que él y sus compañeros no han tenido dificultad alguna con la seguridad en la Etcr. También da cuenta del cambio que ha habido en la relación de los excombatientes con la población “si no es por este proceso no hubiésemos podido conocer más gente en el territorio, la gente nos conocía era por la parte armada. Nos sentimos cómodos en la confianza establecida con las personas, nos hemos dado a conocer con el pueblo y hemos sentido el apoyo de las personas hacia el proceso de paz”, expresa.

Durante 2016 y 2017, las cifras de homicidios en Anorí cayeron considerablemente: para 2016 hubo una disminución del 61 por ciento, respecto al 2015. Esto se debe a que las Farc aún hacían presencia en el territorio, pero en cese unilateral al fuego, y finalmente en cese bilateral entre el Gobierno y las Farc.

Debido al desarme de esa guerrilla en 2017 y la entrada de otros actores armados que se ocuparon de las rentas ilegales y se apoderaron de los territorios estratégicos, los índices de violencia en 2018 tuvieron  un claro aumento. Para Ortíz, este aumento ha sido cuestión de limpiezas sociales, de microtráfico, o de excesivos celos. Dice que hay rumores de que hay paramilitares en la región, pero que hasta el momento ellos no han tenido problemas.  

Anorí fue escogido como uno de los lugares donde haría desarme las Farc porque había sido un fortín militar para ellos, pero también porque sus características lo hacían deseable para los grupos armados ilegales. Una vez salidas las Farc del territorio, se esperaba el Estado llegara a la región. Pues la presencia de la fuerza institucional en Anorí, podría darle solución a los campesinos y reemplazar las economías ilegales, sin embargo, esa presencia no se ha dado, por lo cual empieza a darse una disputa entre actores armados por el control. Esto sin duda trae consigo los asesinatos que vemos, han aumentado en los últimos dos años en Anorí.

El primer trimestre de 2019, a pesar del atentado a la estación de Policía por parte del ELN, ha sido relativamente tranquilo. Esto se evidencia en que, según datos de la Policía Nacional, solo ha habido dos homicidios en este periodo de 2019. Esto contrasta con los siete homicidios del primer trimestre de 2018. ¿Podrá llegar la paz finalmente a Anorí?


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